Dos de las reformas con impacto fiscal, la del IRPF y la de la Ley Hipotecaria, disponen de apoyos para promover que los mayores consigan rentabilidad de su residencia frecuente.
La obtención de diferentes beneficios fiscales, para quienes opten por una hipoteca inversa, es entre las medidas que contemplan las reformas de la Ley Hipotecaria y el IRPF para favorecer que las personas mayores puedan rentabilizar sus residencias. Muchos son los retirados, cuya pensión apenas les da para vivir, o bien sólo para hacerlo modestamente. No tienen modo alguno de conseguir ingresos que mejoren tal situación, más en general son dueños de la casa en que viven, que vale cientos y cientos de miles y miles de euros.
¿Qué pueden hacer para tener una vida más desahogada?
Podemos preguntarnos, si sostener la propiedad de su residencia es la mejor solución para quien sólo desea tener la casa mientras que viva, sin importarle qué ocurra después. O bien para algunas personas, cuyas necesidades diarias no se cubren con su pensión. La hipoteca inversa puede ser una solución ideal para ellos, una fórmula financiera que consiste en conseguir del banco un crédito, sin que el banco reclame cantidad alguna mientras que la residencia no se venda o bien no muera el dueño. Para conocer las mejores ofertas del mercado Ferco Gestión tiene un comparador de hipotecas.
Deducciones fiscales
La vida de los mayores que decidan acogerse a la fórmula de la hipoteca inversa va a ser, desde este momento, un tanto más simple. La negociación de la Ley para reformar las hipotecas ha llevado a un pacto entre los distintos agentes sociales para entregar más ventajas a las hipotecas inversas. De este modo, se ha llegado a un acuerdo para crear nuevas ventajas fiscales, que afecten a quienes dirijan una parte de las rentas de una hipoteca inversa, a un plan de previsión asegurado. Concretamente, pueden deducirse hasta 10.000 euros por año de la base imponible del IRPF. Además de esto, se restringen los porcentajes que se pueden cobrar en el caso de cancelaciones adelantadas, que quedan establecidos en el 0,25 por ciento del capital, para amortizaciones totales o bien parciales, si la cancelación se da pasados los 5 primeros años de la vida del crédito. Esta ventaja, se une a la exención de que gozan los titulares de una hipoteca inversa del impuesto de actos jurídicos y documentados. Por si fuera poco, no hay que olvidar que no es preciso incluir en la declaración de la renta, los ingresos recibidos por las cuotas mensuales.
Las nuevas medidas dejan inferir hasta 10.000 euros por año de la base imponible del IRPF.
Tras suscribir el crédito con el banco, se puede percibir la renta de diferentes modos. Es posible recibirla a través de un pago único, o a través de una renta de por vida. De esta forma, de ser dueño de una residencia valorada en 300.000 euros se podría conseguir una renta de unos ochocientos quince euros por mes. Se trata de una alternativa que, indudablemente, puede interesar a un gran número de españoles, puesto que un ochenta y cinco por ciento de los mayores tiene, por lo menos, una residencia en propiedad. Además de esto, conforme los datos incluidos en un informe de la asesora DBK, cerca de 8 millones de ancianos españoles tiene una segunda residencia.
Ciertas entidades financieras, están llevado a cabo una esencial campaña de promoción de sus hipotecas inversas. La directiva de negocio hipotecario de entre los más esenciales bancos que cuenta con este producto. El banco ha llamado «Hipoteca Bienestar» a su producto, una de cuyas primordiales ventajas es que los herederos pueden contar con un año de tiempo, para decidir qué hacer con la residencia cuando mueren los titulares.
Renta de por vida
Otra opción para tomar en consideración es la renta de por vida. En esta clase de producto, el dueño de la casa renuncia a su propiedad y consigue a cambio una renta, que se calcula conforme el valor de la residencia, la edad y el sexo de las personas que realizan la operación. Se pueden conseguir diferentes géneros de renta de por vida. Consultar un comparador de hipotecas. La tradicional deja conseguir una renta mensual, que puede ser incesante o bien creciente. Las personas que desean asistir a una vivienda, y cuyo único activo es su residencia, pueden dejarla e iniciar a percibir una renta mensual. En un caso así, conseguirán una cantidad de dinero superior.
Asimismo, se puede negociar con la entidad fiscal, el percibir un anticipo sobre la renta, que de entrada no va a ser superior al cinco por ciento del total de la cantidad que se va a recibir a lo largo de siempre, y que se descuenta de ese total. En el caso de que la operación deba aplicarse a dos personas, se garantiza que hasta el momento en que no muera la última de ellas no va a dejar de percibirse la renta de por vida. De igual forma que en el caso de las hipotecas inversas, toda la operación se hace ante notario.