Las sendas a caballo nos dan la ocasión de gozar de la naturaleza de una forma singular. Rodeados de árboles y montañas, cruzando ríos o bien puentes, a lomos de estos animales es imposible no desconectar.
Solo son precisos dos minutos, para aprender las pautas básicas y también comenzar el camino. «Acércate que te ayudo a subir», «de esta manera giras», «de esta forma paras» y «si le das fuerte con los talones comienza a caminar». «Ya puedes comenzar». Cinco frases mareantes que, tras un primer instante de caos y nervios, acaban dando resultado en las rutas a caballo en Valencia. Si bien para nada se trata de una clase de hípica, sino más bien de pasar un buen rato paseando, la explicación de estos conceptos resulta indispensable.
Gracias a ideas como la de Hípica La Calderona, cualquiera puede probar esta sensación. Sólo, hay que tener la edad suficiente para montarse en el caballo y no desplomarse. Una edad que se corresponde entre los doce a trece años.
La experiencia, no obstante, no es un factor determinante. Desde el más curtido caballista, hasta quien ve por vez primera un caballo. Todos pueden gozar de estas sendas. Lo esencial, es no olvidar que estamos a lomos de un ser vivo y que, por esta razón, hay un cierto peligro. Para prevenir cualquier accidente, los monitores siempre y en todo momento distribuyen cascos entre las personas del servicio. El resto de la indumentaria, sólo demanda comodidad.
Los conjuntos reducidos (los más frecuentes) asimismo garantizan la calma en estos paseos hípicos, que pueden durar desde una hora hasta una jornada entera. Los costes de las rutas a caballo valencia, cambian en dependencia de la duración, pero podemos localizar sendas desde pocos euros la hora, en las que vamos a estar acompañados por cuanto menos un monitor o bien guía.
De la misma forma, la oferta de paseos a caballo en ambientes naturales es amplísima. Cualquier ambiente es ideal para relajarse sobre un caballo.