En esto casi no existen límites. Si tienes algo que necesitas vender y consideras que es imposible que te lo compren, haz la prueba, vas a ver como te sorprendes. Mas lo esencial para conseguirlo es dónde lo vendes.
Y en lo que se refiere a lo que se puede adquirir la oferta es variadísima: vehículos, viviendas, ropa, libros, electrodomésticos, cosas de deporte, muebles, artículos de bebé, ordenadores, móviles, cámaras… En todo ello tampoco hay prácticamente límites; los límites los pones tu.
Hay personas a las que le da reparo adquirir muebles de segunda mano, mas no son más que prejuicios. Si lo piensas, la persona que vende muebles usados es gente como tú y como yo, que debido a la velocidad de los cambios en la moda, quizá le apetezca ponerse al día y cambiar la decoración de su casa. Con darles una buena limpieza, listo.
Un artículo que adquirimos nuevo en cualquier almacén multinacional low-cost, ha recorrido miles y miles de km y pasado por multitud de manos ya antes de llegar a la tienda, por no hablar de el número de veces que ha sido manoseado o probado en el caso de un sofá de exposición. No obstante la adquirimos y estrenamos sin ningún tipo de miramientos… contradictorio, ¿no?
Fuente: mueblesdesegundamano.net