¿Anhelas establecer tu propia empresa? En este post, te proporcionamos los consejos para comenzar con tu iniciativa empresarial.
Montar una empresa
La primera medida que debes tomar una vez que hayas decidido emprender es desarrollar la idea de negocio que tienes en una planificación comercial. Deberás contemplar los siguientes aspectos:
Estudio del sector: tendrás que realizar un estudio del mercado para comprender la situación actual del sector en el que quieres emprender, así como tu competencia.
DAFO: tendrás que estudiar las características externas e internas de tu proyecto con relación a las Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades del negocio. Procura ser lo más honesto y completo posible, te ayudará a establecer tu proyecto correctamente y a prevenir futuros problemas.
Objetivo: para comenzar, deberás establecer una meta realizable que puedas alcanzar a corto plazo (6 meses). Después de este tiempo, podrás evaluar el éxito de tu empresa, corregir posibles equivocaciones y/o considerar la continuación del mismo.
Tipos de Empresas
Forma Jurídica: es esencial decidir sobre la forma jurídica que hace que tu negocio prospere: una persona autónoma, una Sociedad Anónima, una Sociedad Limitada, una cooperativa, entre otros. Después de elegir ese modelo, has de seleccionar un nombre y verificar que no hay ningún otro negocio con ese apelativo en el Registro Mercantil.
También, tienes que abrir una cuenta bancaria exclusiva para tu compañía. En esa cuenta depositarás el capital inicial. Te recomendamos solicitar un acta de depósito por parte del banco con los datos del socio (o socios) y las contribuciones efectuadas; esto te servirá para acreditar el capital social al momento de crear la empresa.
Por último, se hace necesario formar los estatutos sociales. Este paso es clave para la constitución de tu empresa, ya que en ellos se especifican datos fundamentales, como la denominación, el capital, el domicilio social, etc. Además, se definen las responsabilidades de los accionistas, empleados y directivos.
Para formalizar todos los procesos de instauración de tu negocio, tendrás que legalizarlo ante notario. Para ello, todos los asociados de la empresa deberán presentarse ante él y llevar la siguiente documentación:
Certificación negativa del Registro Mercantil
Certificado bancario de depósito de capital social
Estatutos de la sociedad DNI o NIE de los socios
Después, para inscribir tu entidad en Hacienda y obtener tu NIF provisional, deberás presentar el modelo 036, una copia de la escritura de constitución y una copia de los estatutos en la Agencia Tributaria.
Cuando tengas tu NIF provisional, deberás inscribir tu empresa ante el Registro Mercantil de tu provincia para disponer de la totalidad jurídica. Ten en consideración que esto no significa que tu empresa está asegurada como marca, ya que para ello necesitarás inscribirla en el Registro de Patentes y Marcas.
Nota: dispondrás de 3 meses desde que verificaste en el registro que el nombre de tu empresa estaba libre para registrarlo.
Una vez completados todos estos pasos, habrá que solicitar el NIF definitivo de forma telemática a través de Hacienda, con un certificado digital, presentando el modelo 036 con la casilla 120 marcada, junto con: una copia de la escritura pública, el certificado de inscripción en el Registro Mercantil, una fotocopia del NIF de la persona que firmó la declaración censal, además del original y fotocopia del documento que acredite la capacidad de representación de quien firma la declaración censal (si figura en la escritura de constitución o en los estatutos, no será necesario).
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